«Una mirada cálida y comprometida con el mundo de la infancia, un mundo que no siempre es tan apacible como quisiéramos. Carolina Pineda, con esta primera novela gráfica, ya es más que una joven promesa».
Daniel Rabanal
Desde el recuerdo de su infancia, Martina cuenta los días en los que se sintió abandonada en una finca.
Con la distancia que solo da la adultez, compara la vida de ella y sus primas, citadinas todas, con la de Alberto, un niño que vive en otro mundo lleno de peligros y obstáculos imposibles para ellas: el campo.
Esta es una historia en la que la inocencia les permite a los protagonistas aterrarse de las brujas, los fantasmas y los perros invisibles, y esa misma inocencia los protege de los verdaderos horrores: la muerte, la explotación y el abandono.
En esta novela gráfica, Carolina Pineda (La Desparchada) nos guía por una aventura en la que los protagonistas, niños y perros, encuentran su propia manada para sentirse protegidos del mundo adulto, para sentirse menos solos, para paliar el abandono.
(Bogotá, 1984)
Empezó a dibujar historias a los cinco años, cuando su hermana leía en las noches Las aventuras de Tintín el maloliente, que en realidad se trataba de El tesoro de Rackham el Rojo. La recuerda inventando palabras cada vez que se cruzaba con alguna dificil de pronunciar. Gracias a esas noches de lectura, más fantasiosa que precisa, supo que quería hacer cómics. Desde entonces no ha dejado de dibujarlos.
Ha sido coautora de libros...
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