Leer este libro es como mirar por el ojo de una cerradura. Como verse al lado de Joaquín Sabina y sus amigos Benjamín Prado y Leiva escribiendo las letras y la música de Lo niego todo, un disco lleno de himnos, emoción, poesía bailable, estribillos adictivos y discusiones apasionadas seguidas de reconciliaciones memorables.
Es la historia de los extremos a los que tuvieron que llegar para encontrar la inspiración y del trabajo que hay tras una obra que ha arrasado en las listas de éxitos y cuya gira de presentación ha vendido cientos de miles de entradas.
Además, estas páginas incluyen los peculiares dibujos de Joaquín, las fotos de familia de Jimena Coronado en la intimidad de su casa en la bahía de Cádiz y los textos de los artistas que participan en el disco: Leiva, Rubén Pozo, Ariel Rot y Jaime Asúa. Una orquesta excepcional.
De propina, Sabina y Prado nos han dejado la primera estrofa de una canción inacabada que te invitamos a continuar.
Tener este libro es tener una copia de la llave de casa, un modo de verles la espalda a las canciones. Abre los ojos, va a ser igual que si hubieras estado allí.
Despertó a la vocación literaria antes que a la musical, y ya en la adolescencia compuso sus primeros versos. En sus más de veinticinco años de carrera musical ha fraguado una leyenda, alimentada tanto por su trayectoria vital como por los personajes que recorren sus canciones y, así, sus miles de seguidores valoran que, pese a su tremendo éxito comercial, siga creando con la frescura de un poeta urbano inimitable.
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