Catálogos con las fotografías de hermosas jóvenes, fiestas de varios días en lujosos yates, turistas extranjeros muy ricos, viajes a islas del Caribe a encuentros furtivos con clientes ansiosos. Ese era en entorno que rodeaba a las 250 muchachas que obedecían sin chistar las órdenes de Liliana Campos Puello, conocida como la Madame, una ambiciosa mujer que creó en Cartagena una gigantesca red de explotación sexual.
Pero ese mundo mágico y turbio a la vez se esfumó cuando una de las jóvenes buscó a las autoridades y reveló todo tipo detalles sobre las actividades que desarrollaban y las grandes cantidades de dinero que se movían alrededor del sexo y la prostitución.
La Madame fue encarcelada, pero su historia está lejos de terminar porque los servicios sexuales que ofrecía eran ampliamente conocidos en la costa Caribe colombiana, donde tenía todo tipo de clientes, entre ellos políticos y empresarios.
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