Los Nazarenos ha sido merecedora del Premio Aurelio Espinoza Pólit (2000) y Premio de Literatura Joaquín Gallegos Lara (2001).
Los Nazarenos relata el Quito del siglo XVII, como un lugar en el que actos individuales o de la comunidad están estrechamente ligados a la iglesia Católica y al poder que ésta concentra. Los conventos son espacios para la murmuración y la obscenidad. Un monje dominico llegará para controlar el caos. ''Encontrará que las formas de vida en el pequeño pueblo andino responden a un ritmo disoluto, lleno de secretos y trampas.''